Todo

Escrito desde el corazón, a veces roto y otras no

jueves, 25 de octubre de 2018

Brindemos por..

"Por esas personas.. 
Por esos recuerdos...
Que por mucho que pase el puñetero tiempo.... 
Ese que supuestamente te hace olvidar y curar heridas...
Te las hace más grandes.
Por esos momentos que te hicieron llorar..
Que te rompieron por dentro de tal forma que nunca más volverás a ser la misma..
Por esas palabras que hasta día de hoy recuerdas.... Y aún te hacen llorar."
No se trataba del camino.. No se trataba del fin.
No llegaste a entender que lo importante era llegar contigo aunque fuera al fin del mundo... No llegaste a entender que lo importante eras tu.

lunes, 12 de marzo de 2018

Recuerdos

"Que bonito recuerdo aquél, el de nuestras manos juntas por primera vez.
Que bonito recuerdo aquél, el de nuestra piel enredada por primera vez.
Que bonito recuerdo aquél, el de nuestro beso entre sonrisas por quinta o cuarta vez.
Que bonitos recuerdo aquellos, que junto a ti muchos fueron los primeros y otros una mejora de los que junto o por separado ya tuvimos."

lunes, 27 de noviembre de 2017

Media vida rota.

Hoy quiero compartir que estoy rota.
Rota por dentro. Rota el alma y no... No es por amor.
Yo, solo soy una joven más entre miles de millones de una misma generación.
Nací, crecí y me rompí.
Vivimos en una sociedad en la que decir tu opinión te puede condicionar... ¿Os imagináis vivir callando vuestra opinión?.
Yo, vivo en un hogar para hombres. Un hogar en el que a mí se me enseñó a ser responsable a base de tareas del hogar, mientras que a los demás se les dejaba a su libre albedrío.
Yo, madrugaba para ayudar a mi madre a limpiar, recoger la casa, poner lavadoras, cocinar... Nunca fui consciente, al menos no del todo, que ahí en ese preciso momento empecé a romperme.
Yo, no podía salir de casa sin dejar las cosas como los chorros de loro.
Yo, no podía llegar cinco minutos tardes.
Yo, no podía ser yo.
Yo, tenía miedo de ser yo.
¿Por qué?
Porque se me gritaba delante de mis amigas, diciendo que era una guarra y un desatre. 13 años.
Porque se me gritaba que era una vaga que nunca hacía nada ni ayudaba en casa. Desde los 12 años hasta los que tengo ahora.
Porque se me mandaban mensajes amenazantes con las consecuencias de mis tareas no hechas.
Porque decidir que quieres ser un agente de la ley era de esperar, solo había que verme.
Porque vestirme con chandal era ser un marimacho.
Porque se me gritaba que era un desastre de hija, nunca alcanzaba a lo mínimo que se espera de un hijo.
Porque siempre lloraba cuando se me gritaba.
Porque llorar por la pérdida de un ser quérido era de débiles y a mi nunca se me permitía ser débil.
Porque le tienes envidia a tus hermanos.

Vivir media vida en la sombra, con miedo a las voces viendo como cada día que pasa se queda atrás una parte de ti, que sabes, que nunca volverá.
Vivir media vida aguantando comentarios como:
-Las lavadoras están hechas para mujeres, por eso vosotras las entendéis.
-Las señoritas no dicen palabras malsonantes, eso es de camioneros.
-Siempre estás cabreada... ¿Estás con la regla?
-Si limpiaras esto así como te estoy diciendo, lo harías mejor.
-Porque a mi la comida no me gusta así...

Pero un día, con los ovarios bien hinchados... Si queridxs, esos que mi madre me dejó bien puestos, tienes las respuestas a esos comentarios:
-Si no la entiendes es porque no sabes leer, más ciencia tiene el mando de la play o el iphone y se te da de puta madre.
-¿De camioneros..? Pues fijate que ahora me sale del coño sacarme el carnet de camión.
-Con la regla no.. Pero a ti quería verte yo sangrar por la punta el nabo.
-¿Sabes? En vez de mandar tanto, lo haces tú y listo.

Y un día, con casi dos pies fuera del tiesto... ¡Zas! Llega la primera bofetada. Las niñas buenas no contradicen a papá. Las niñas buenas no ponen en duda el patriarcado.
Te hacen sentirte culpable. Todo el mundo apoya que la hostia te la merecías, que algo habrás hecho.
Vuelta a la misma rutina. Mismos comentarios. Y otra vez se te hinchan y otra vez discutes.
La niña de papá ha visto más allá. La niña de papá es una mujer con voz y quiere quedarse afónica.
Vuelve a intentar someterte con golpes pero te escapas. Discutes con tu madre y explotas a lo bestia... Entonces ella se da cuenta del error. De su error.
A la tercera pelea, respondes. Golpeas y te llevas una cara hinchada y un dedo marcado en la cara pero con el orgullo por las nubes y las maletas en la puerta.

Pero cuando estás a solas el mundo se cae a tu alrededor. No queda nada de la persona que eras, estás consumida, dolorida y sin ganas de vivir. Te aferras a tus maletas y hechas andar... Andas tanto que no importa que tus pies sangren porque el dolor que llevas dentro, ese que te corta la respiración, se apodera de ti...

Y te rompes.

Princesas

Todas somos las princesas de papá.
Nunca cuestionas lo que papá dice.
Nunca pones en duda lo que deciden porque las niñas buenas solo ven, oyen y cayan.
Las princesas aprenden a manejar una plancha, una lavadora, una fregona o un aspirador.
Las princesas no pueden ser policías o militares.
Las princesas juegan con muñecas o cocinitas.
Las princesas son señoritas bien habladas.
Las princesas se sientan con piernas cruzadas.
Las princesas llevan vestidos y no vaqueros o chándal.
Todas somos princesas hasta que ponemos en duda las palabras de papá.
Dejamos de ser princesas cuando cuestionamos los estereotipos, cuando pensamos por nosotras mismas... Cuando decidimos por y para nosotras.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Pecadores.

Quererte ha sido el mayor de mis pecados.
Qué le vamos hacer si nací para pecar.
Qué le vamos hacer si eres otro pecador.
Qué le voy hacer si siempre caigo en la tentación.
Qué le vas hacer si disfrutas con cada caída.

Sola ante todo

Interesados aquellos que solo te buscan cuando las lágrimas cubren su rostro sin importar cuando eres tu quien necesita una persona con la que desahogarte, una persona que te diga que no todo es tan malo...
Sentirse sola cuando has prestado tu compañía a otros en momentos cuyas vidas lo han necesitado.
Buscar compasión en el reflejo que te devuelve el espejo y solo ver la sombra de una sonrisa malévola.
Nunca hagas del sufrimiento de otro el tuyo... Porque muy raras veces será al revés.